sábado, 2 de mayo de 2009

................¿Quién eres?


Cuando estoy acá, quisiera estar allá. Cuando llego, siento que tengo poco, y cuando lo obtengo ya no sabe tan bien el exceso. Con esto aun puedo dar de pasos, trato de derrochar para aliviar el peso. A veces me detengo a para confirmar si aun estoy al mando de mi cuerpo, manos, pies. Todo en su lugar por el momento.

Sin rencor, se me acerca una muchacha y me pregunta
-¿Quién eres?

-¿Quién soy? -Dije

-si tú, ¿Quién eres? -Vuelve a preguntar, pero con un tono de entusiasmo en su mirada perdida.

-Mi nombre es….-y ella interrumpe parloteando.

-no! No tu nombre, quisiera saber “quien eres”. Es que acaso tu eres el hombre de poca fe, eres el consumidor de experiencias espaciales, el hombre de un puño roto por la esencia descarada, tu, que no podías alcanzar el llanto y ahora te quejas por que sí.

-sí, ese soy. Me dije entre el caos que se armaba y desataba ante el descaro de una mujer antes desconocida para mí.
Ya casi no podía recordarme, pero creo que ya no es necesaria mi identidad. El agua dejo de ser suave, las aves parecieran no haber aprendido a cantar, los perros nos atacan reclamando la represión, las mujeres ya no creen en los hombres (aun así los prefieren cuerdos, musculosos y sensibles) y nosotros ni siquiera nos interesa.
Si esto es un caos, como podría saber abordarte, el anonimato me consume, no tengo algo que entregar al resto ni alguien a mí. El mundo está cansado, y lo grita a cada desprecio que le damos. Cuando avanza el metro, cuando la carretera da muerte a un perro, cuando una pareja de amor es desenterrada por el alcohol, cuando el silencio llega después de la mentira. Ahí, ahí es cuando suele olvidarse la piedad y reafirmar la ignorancia.
-parecieras tener pena -dice la muchacha.

-me gustas, me gustan los hombres con pena. Tu queja en el anonimato pareciera tener más razón que el otoño. Quisiera llevarte conmigo a casa, allí podrías golpear, llorar, consumir y contaminar sin despreciar, sin hacer mas daño que a ti mismo.

-no puedo (dije).

-si quiero lograr algo, eso es abandonarme, abandonarme para alcanzar el fondo, reclamar mi muerte y no celebrar el asesinato de otros, renunciar al placer y al dolor, al amante al pasado, solo así podre conocer la realidad. Solo con la ayuda de la nada, sin familia y sin pertenencias. Debo dejar de adquirir y dar el paso a entregarme sin cuerpo que conservar. Solo el poseer nos dará la infelicidad. Solo el corazón vacio nos hará nacer de nuevo.
-¿para qué? Para terminar como empezamos. Queriendo ir donde no estás, deseando lo que no tienes y preguntándote cada cierto tiempo.

-¿Quién eres? - ¿Quién soy?.

2 comentarios:

  1. Tal vez es hora de no querer nada, y avanzar según a lo que te lleve tu propia esencia, pero sin juicios, sin preguntas, simplemente avanzar. Un beso enorme.

    ResponderEliminar
  2. jugué tambien yo a ser rata... y acá llegué... me llamço la atención que en tus libro favoritos está "la nariz de Moritz"... recuerdo haberlo leído en la escuela, hace mil años... tenía la tapa de color naranja... no recuerdo nada más. Gracias por tu visita. Te dejo un abrazo.

    ResponderEliminar

TAC-TAC