martes, 26 de mayo de 2009

Así son las tardes a vEces

El reencuentro se cometió en la estación de metro Irarrazabal. ansioso como un perro bajo la mesa, me dedico a pensar en como mierda no aburriré a esta mujer, además ella habla mucho y le encanta fumar marihuana, (lo cual me motiva) es un tanto escrupulosa, pero no es nada que no se pueda remediar. Me encanta hacerla reír porque su personalidad hace de sus respuestas las mas histrionicas que me han expresado, así que me dedico mas q nada a omitir mis historias de vida. en realidad no lo hago por que ya el tema me tiene un tanto agobiado, pero para mi suerte a ella no le interesa aondar mas en el asunto que del "mi y tu".

-donde vamos a fumar si están todas las bancas mojaditas?. me dice.

-ehhh... mi silencio lo demostraba todo. no lo sabia.
-bueno caminemos por la plaza y ya veremos que sucede.


Nos dispusimos a caminar siguiendo las huellas de las palomas (malditas palomas, las odio) sin mirar un solo momento hacia nuestro frente. Ella me habla,me habla mucho. En realidad no estoy muy seguro de que pongo atención a todo lo que me dice, mas paso el tiempo pensando en que pensara ella de mi; seré para ella solo un momento de interacción banal, "donde el hueòn fuma y ella se ríe". espero que no.

Sin mucha opción de un lugar que aya quedado seco después de la lluvia. la invito a fumar bajo dos enormes arboles.
Ella se ríe, y me dice. - ahí!!

-si ahí!!. respondo con desicion, pero cariñosamente.

Ya bajo los arboles quisiera abrazarla para cubrirla del frió que le aqueja a cada momento,pero es mejor que no me delate,así que en el acto mas sensible que represente mis deseos, pongo sobre su cuello mi larga bufanda. Ella se niega, pero no permitiré que se la saque, así que insistí en que se la dejase.

Ella me sigue hablando y hablando. Que la vida, que los veranos son y que los chistes son chistosos porque ella es muy fome para decirlos.
Yo sonrió muy despacio, no se porque, pero aun guardo algo de vergüenza con ella.

Fumé la marihuana con tanta pasión que nunca lo olvidare. Los colores anulados por su desplante me sorprenden, miro mucho su gorro de lana, ese verde eléctrico se adueña de mi mirada y las palabras aun no son mi fuerte. Pienso en que debo dejar de comerme las uñas y que un beso de ella debe ser una fantasía aun desconocida para mi. Seguimos comentando ideas absurdas y yo aun anonadado de tal efecto que me produjo la marihuana de aspecto dudoso.

-ohhh. le digo a ella. -estoy como siempre quise, con la mente perdida bajo un árbol sudado por las gotas de la lluvia ácida, acompañado de tu esencia. Que mas podría pedir.

Pienso que este seria el momento perfecto para besarla. Pero en realidad es solo "mi" momento perfecto para besarla. Así que rápidamente intento olvidar mi deseo, ya que a momentos me percato que solo miro sus labios. Es como si bailaran, frotándose mutuamente en cada vocal débil pronunciada.

-ohh. me digo
-debo parar de pensar tanto y enfocarme en recordar este momento. que podría pasar de ser el primero, al único.

en ese momento, tal como en la cenicienta, pero diferenciado de que las doce acá las marca el horario pick del metro. ella me dice.

-debo irme.
-bueno entonces vamos.
le dije.

pero en realidad me muerdo los labios y pateo discretamente las piedras del camino. -no quiero que te vallas. deseo decirle. Abrazarla y nunca mas dejarla partir a los brazos de otro me encantaría, pero no. Eso no sucede y quizás nunca sucederá.

Así son las fantasías, inalcanzables para quien las desea. que masturbación mas grande nos enseñan para calmar el instinto. pensar que es una fantasía y que ahí se quedara, sola solita, sin un hombre que la quiera de alguna manera extraña, que le mire su boquita cuando pronuncia la palabra -que!. que la piense cada momento solitario.

Ahora le digo: Ud. me gusta señorita, no por lo que demuestra, si no por lo que es. una niña que sabe mirar el suelo, que habla humo por tanta locura que tiene. Que no recuerda, por que no sabe como hacerlo cuando vive el futuro conmigo.

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TAC-TAC