jueves, 14 de enero de 2010

Intelecto de pensar


Nos hubiéramos nutrido del intelecto de pensar que seriamos los mejores en todo, con la música de la mano, la literatura y el engaño de decirnos por una vez en la vida que nos queríamos y nos podíamos amar tan fuerte como a un sol. Los pasos ya no son de niños, son de rectos alienigenas alienados, con vastas cabezas por tan poco pensar. De todas maneras yo seguiré pensando que cambio de pelaje y las cicatrices se borraran. que ni el tiempo ni otro hará cambiar las vueltas del pedaleo que podría haber observado desde la cuneta, apretando la punta del tigre.